Reseña ┊ Gemnitorem ┊ Irene Lahiguera Corral

Irene Lahiguera Corral ┊ Editorial Mr. Momo ┊ 454 páginas┊ 18'94 €

¡Cómpralo ya!

Sebastian Figueroa es un adolescente de diecisiete años que acaba de perder algo de vital importancia: los sueños. Una ilusión repentina hará que comience a preocuparse acerca del verdadero porqué de esta desaparición. Pero algo se interpone en su búsqueda: una extraña conducta en su ordenador y un mensaje que le habla sobre "el paraíso del buen soñador", del "sueño ideal" y de un camino nuevo en su vida. El texto le abrirá las puertas hacia Somniaterra, una dimensión sin contacto con la Tierra en la que su función principal es la creación de sueños. Sebastian pasará entonces a formar parte del gran grupo de los Gemnitorem, terrestres exiliados a aquellas tierras, con la posibilidad de dedicarse a ser un creador de sueños. O lo que es lo mismo: un Conditsper.

Un viaje a un mundo fantástico lleno de magia, amistad, amor, leyendas relacionadas con los signos del zodíaco y un misterio ancestral que merece ser resuelto. ¿Te apetece soñar?

 

[contiene spoilers]

En su inicio, la historia de Sebastian me enganchó por completo. Se trata de un adolescente normal, que lleva una vida más que ordinaria junto a sus padres y compañeros de clase. Sin embargo, ve cosas que nadie ve. Se evade de la realidad, porque no la comprende, razón por la que entra en conflicto con su familia antes de abandonar la Tierra.

La relación entre Sebastian y sus padres resulta ser de lo más pura. La autora consigue hacer que visualices a la perfección el duro sentimiento que se padece cuando crees que estás en un mundo en el que nadie te entiende, ni se esfuerza por hacerlo. Incluso, cuando Sebastian se adentra en el mundo de los sueños, es realmente bonito ver la dualidad que sufre al querer huir de lo cotidiano y echar de menos su hogar al mismo tiempo.

Una vez se convierte en un Gemnitorem, la vida de Sebastian cambia por completo. Somniaterra evoca un mundo paralelo e inalcanzable excepto para los elegidos que son llamados a vivir allí. Un mundo enorme y maravilloso que gira en torno la creación de sueños coherentes para todos aquellos que viven en la Tierra, y la lucha contra las pesadillas. Un mundo, a mi parecer, realmente completo. A medida que vas adentrándote en la lectura, vas observando la manera en la que la autora cubre poco a poco cada hueco, cada vacío, con un nuevo concepto. Da la sensación de que no se le escapa nada; objetos, eventos, instrumentos… todo tiene su propio lugar en Somniaterra.

Durante los primeros capítulos en los que se describe Somniaterra, pensé…

“Esta historia invita a imaginar, expresar y soñar despierto”

Poco antes de la mitad del libro decidí que este nuevo mundo que se presentaba en Gemnitorem era bastante prometedor. Sin embargo, a pesar de que la historia avanzaba, yo era incapaz de avanzar con ella. En resumen, se trata de una idea realmente prometedora, pero no del todo bien desarrollada. Tal y como dice la historia a través del puño y letra de la autora…

“Por eso, es muy importante que pensemos muy despacio acerca de nuestra elección”

En mi opinión, la historia que la autora ha escogido para desarrollar en el mundo de Somniaterra es bastante vaga e inconcluyente. La narración es fluída, pero la acción parece no llegar nunca. Hay varios puntos en los que resumiría mi inconformidad con respecto a cómo se ha desarrollado la historia de Sebastian.

En primer lugar, su adaptación a Somniaterra es, para mi gusto, demasiado rápida, aunque puede excusarse por la velocidad con la que encuentra amigos con los que pasar el rato. Al existir otros iguales, se sobreentiende que la inclusión del protagonista se ve acelerada, por lo que al fin y al cabo he considerado que es prácticamente una minucia.

Por otra parte, no he conseguido empatizar ni coger cariño a ninguno de los personajes que aparecen en Somniterra. El libro es demasiado corto como para tantos nombres, y tanta gente que viene y va sin sentido alguno. Con respecto a esto, recalcando que me gusta la manera en la que narra la autora, no considero que haya explotado al máximo las cualidades de los amigos de Sebastian en Somniaterra. En resumen, podría decir que ninguno de ellos me ha resultado carismático, a excepción de Karina y Trisha –aunque no he conseguido simpatizar demasiado con esta última–.

Para finalizar, me habría gustado que la acción hubiera salido un poco más de la zona de confort. Se comentan un par de misterios sin resolver, se mencionan una dinastía, y la existencia del mundo en el que se generan las pesadillas. Me habría gustado que este punto se hubiera desarrollado un poco más; que se le hubiera dado al protagonista la oportunidad de adentrarse en los misterios de esta tierra, y no acomodarse a ella únicamente. 

Así, considero que Gemnitorem se ha escrito con una muy buena intención que al final de sus páginas queda en eso: una intención. Tras terminarlo he sentido que esa gran idea acerca de un mundo de los sueños perfectamente delimitado y descrito no ha sido bien explotada. Sin embargo, creo que es una lectura de la que se pueden aprender cosas nuevas, por lo que la recomendaría encantada.

4 / 5